Historias de la Biblia Rahab

VERSÍCULO DE MEMORIA
"Por fe, Rahab la ramera, no pereció juntamente con los desobedientes..." (Hebreos 11:31)
LECTURA PREVIA:
JOSUE 2:1; 6:17-25; HEBREOS 11:31; SANTIAGO 2:25
OBJETIVO:
Mostrar al alumno que Dios da la salvación a todo aquel que cree.
CORITOS ESCUELA DOMINICAL

HISTORIA COMPLETA:
Josué hijo de Nun envió desde Sitim dos espías secretamente, diciéndoles: Andad, reconoced la tierra, y a Jericó. Y ellos fueron, y entraron en casa de una ramera que se llamaba Rahab, y posaron allí. Entonces el rey de Jericó envió a decir a Rahab: Saca a los hombres que han venido a ti, y han entrado a tu casa; porque han venido para espiar toda la tierra. Pero la mujer había tomado a los dos hombres y los había escondido; y dijo: Es verdad que unos hombres vinieron a mí, pero no supe de dónde eran. Y cuando se iba a cerrar la puerta, siendo ya oscuro, esos hombres se salieron, y no sé a dónde han ido; seguidlos aprisa, y los alcanzaréis. Mas ella los había hecho subir al terrado, y los había escondido entre los manojos de lino que tenía puestos en el terrado. Antes que ellos se durmiesen, ella subió al terrado, y les dijo: Sé que Jehová os ha dado esta tierra; porque el temor de vosotros ha caído sobre nosotros, y todos los moradores del país ya han desmayado por causa de vosotros. Porque hemos oído que Jehová hizo secar las aguas del Mar Rojo delante de vosotros cuando salisteis de Egipto, y lo que habéis hecho a los dos reyes de los amorreos que estaban al otro lado del Jordán, a Sehón y a Og, a los cuales habéis destruido. Oyendo esto, ha desmayado nuestro corazón; ni ha quedado más aliento en hombre alguno por causa de vosotros, porque Jehová vuestro Dios es Dios arriba en los cielos y abajo en la tierra. Os ruego pues, ahora, que me juréis por Jehová, que como he hecho misericordia con vosotros, así la haréis vosotros con la casa de mi padre, de lo cual me daréis una señal segura; y que salvaréis la vida a mi padre y a mi madre, a mis hermanos y hermanas, y a todo lo que es suyo; y que libraréis nuestras vidas de la muerte. Ellos le respondieron: Nuestra vida responderá por la vuestra, si no denunciareis este asunto nuestro; y cuando Jehová nos haya dado la tierra, nosotros haremos contigo misericordia y verdad. Entonces ella los hizo descender con una cuerda por la ventana; porque su casa estaba en el muro de la ciudad, y ella vivía en el muro. Y les dijo: Marchaos al monte, para que los que fueron tras vosotros no os encuentren; y estad escondidos allí tres días, hasta que los que os siguen hayan vuelto; y después os iréis por vuestro camino. Y ellos le dijeron: Nosotros quedaremos libres de este juramento con que nos has juramentado. He aquí, cuando nosotros entremos en la tierra, tú atarás este cordón de grana a la ventana por la cual nos descolgaste; y reunirás en tu casa a tu padre y a tu madre, a tus hermanos y a toda la familia de tu padre. Cualquiera que saliere fuera de las puertas de tu casa, su sangre será sobre su cabeza, y nosotros sin culpa. Mas cualquiera que se estuviere en casa contigo, su sangre será sobre nuestra cabeza, si mano le tocare. Y si tú denunciares este nuestro asunto, nosotros quedaremos libres de este tu juramento con que nos has juramentado. Ella respondió: Sea así como habéis dicho. Luego los despidió, y se fueron; y ella ató el cordón de grana a la ventana. Cuando sitiaron Jerico los espías entraron y sacaron a Rahab, a su padre, a su madre, a sus hermanos y todo lo que era suyo; y también sacaron a toda su parentela, y los pusieron fuera del campamento de Israel. y Josué salvó la vida a Rahab la ramera, y a la casa de su padre, y a todo lo que ella tenía; y habitó ella entre los israelitas hasta hoy, por cuanto escondió a los mensajeros que Josué había enviado a reconocer a Jericó.
CONCLUSION:

Rahab había oído de los milagros hechos a favor de Israel, y se había convencido de que Dios era el Dios verdadero. Y cuando se vio con los espías decidió, aun a costa de su propia vida, que su parte sería con Israel y su Dios.
La salvación de esta mujer demuestra que aun cuando Dios esté preparando el juicio, Él se agrada de cualquier persona que "le teme y hace justicia" (Hch 10.35), es decir, cualquiera que lo hubiera intentado habría escapado de la destrucción. La historia de Rahab nos muestra todo lo que Dios puede hacer en la vida de una persona: de idólatra a creyente, de enemiga a colaboradora, de pecadora a santa.
MANUALIDAD:
Dibujar y ponerle un poco de estambre rojo en la ventana "la señal que se le pidio a Rahab".

Historias de la Biblia Rut y Noemí



VERSÍCULO DE MEMORIA
"Toda la gente de mi pueblo sabe que eres una mujer virtuosa" (Rut 3:11).
LECTURA PREVIA:
Rut cap.1 al 3
OBJETIVO:
Mostrar al alumno que Dios está con nosotros aun en tiempos difíciles.
CORITOS ESCUELA DOMINICAL
BREVE BOSQUEJO DE LA LECCIÓN:
1) Noemi forzada a emigrar al país de Moab a causa del hambre en Israel. (v. 1-2)
2) De luto por la muerte de su esposo y de sus dos hijos. (v. 3-5)
3) Como buena suegra, deseosa de hacer el bien a sus nueras. (v. 6-18)
4) Como pobre anciana, que regresa a su país de origen. (v. 19-22)
1) La humildad y laboriosidad de Rut. Guiada al campo de Booz. (v. 1-3)
2) El favor de Booz hacia ella. (v. 4-16)
3) El regreso de Rut a casa de su suegra. (v. 18-23)
1) Noemí guía a Rut sobre el mejor modo de reclamar a Booz por esposo. (v. 1-5)
2) La puntual observancia con que Rut cumplió esas instrucciones. (v. 6-7)
3) El amable trato que le dispensó Booz. (v. 8-12)
4) El regreso a casa de su suegra con el fruto de su trabajo. La bondad de Booz. (v. 16-18)
1) Booz arregla limpiamente la remisión de las tierras de Elimelec. (v. 1-8)
2) Se casa con Rut y la boda se celebra con los buenos deseos del vecindario. (v. 9 -12)
3) El feliz resultado de este matrimonio, con el nacimiento de Obed, el abuelo de David. (v.13 -17)
4) El libro termina con una breve genealogía de David. (v. 18-22)
Reflexión:
Suegra: El libro de Rut nos habla de la suegra y la nuera de una manera extraordinaria. ¡ Hay tanto para aprender !Suegras y futuras suegras: Tenemos el ejemplo de Noemí para imitar y seguir. Las madres tenemos que orar desde que nuestros hijos son pequeñitos por las futuras nueras y futuros yernos para que Dios les bendiga y haga Su voluntad, lo que Él quiera. Nos guste o no la persona que eligieron, tenemos que amarla y hacer todo lo que esté a nuestro alcance para bendecirles. Las madres suegras debemos ser muy sabias. Tenemos que conquistar a las nueras y amarlas de corazón sincero porque ellas son las que aman a nuestros hijos.
MANUALIDAD: Dé a cada niño el dibujo del camino de Rut con Noemí y mientras colorean, pregunte quién es quién para recordar la historia.

HISTORIA COMPLETA:
Rut y Noemí Aconteció en los días que gobernaban los jueces, que hubo hambre en la tierra. Y un varón de Belén de Judá fue a morar en los campos de Moab, él y su mujer, y dos hijos suyos. El nombre de aquel varón era Elimelec, y el de su mujer, Noemí; y los nombres de sus hijos eran Mahlón y Quelión, efrateos de Belén de Judá. Llegaron, pues, a los campos de Moab, y se quedaron allí. Y murió Elimelec, marido de Noemí, y quedó ella con sus dos hijos, los cuales tomaron para sí mujeres moabitas; el nombre de una era Orfa, y el nombre de la otra, Rut; y habitaron allí unos diez años. Y murieron también los dos, Mahlón y Quelión, quedando así la mujer desamparada de sus dos hijos y de su marido. Entonces se levantó con sus nueras, y regresó de los campos de Moab; porque oyó en el campo de Moab que Jehová había visitado a su pueblo para darles pan. Salió, pues, del lugar donde había estado, y con ella sus dos nueras, y comenzaron a caminar para volverse a la tierra de Judá. Y Noemí dijo a sus dos nueras: Andad, volveos cada una a la casa de su madre; Jehová haga con vosotras misericordia, como la habéis hecho con los muertos y conmigo. Os conceda Jehová que halléis descanso, cada una en casa de su marido. Luego las besó, y ellas alzaron su voz y lloraron, y le dijeron: Ciertamente nosotras iremos contigo a tu pueblo. Y Noemí respondió: Volveos, hijas mías; ¿para qué habéis de ir conmigo? ¿Tengo yo más hijos en el vientre, que puedan ser vuestros maridos? Volveos, hijas mías, e idos; porque yo ya soy vieja para tener marido. Y aunque dijese: Esperanza tengo, y esta noche estuviese con marido, y aun diese a luz hijos, ¿habíais vosotras de esperarlos hasta que fuesen grandes? ¿Habíais de quedaros sin casar por amor a ellos? No, hijas mías; que mayor amargura tengo yo que vosotras, pues la mano de Jehová ha salido contra mí. Y ellas alzaron otra vez su voz y lloraron; y Orfa besó a su suegra, mas Rut se quedó con ella. Y Noemí dijo: He aquí tu cuñada se ha vuelto a su pueblo y a sus dioses; vuélvete tú tras ella.Respondió Rut: No me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque a dondequiera que tú fueres, iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios. Donde tú murieres, moriré yo, y allí seré sepultada; así me haga Jehová, y aun me añada, que sólo la muerte hará separación entre nosotras dos. Y viendo Noemí que estaba tan resuelta a ir con ella, no dijo más. Anduvieron, pues, ellas dos hasta que llegaron a Belén; y aconteció que habiendo entrado en Belén, toda la ciudad se conmovió por causa de ellas, y decían: ¿No es ésta Noemí? Y ella les respondía: No me llaméis Noemí, sino llamadme Mara; porque en grande amargura me ha puesto el Todopoderoso. Yo me fui llena, pero Jehová me ha vuelto con las manos vacías. ¿Por qué me llamaréis Noemí, ya que Jehová ha dado testimonio contra mí, y el Todopoderoso me ha afligido? Así volvió Noemí, y Rut la moabita su nuera con ella; volvió de los campos de Moab, y llegaron a Belén al comienzo de la siega de la cebada. Tenía Noemí un pariente de su marido, hombre rico de la familia de Elimelec, el cual se llamaba Booz. Y Rut la moabita dijo a Noemí: Te ruego que me dejes ir al campo, y recogeré espigas en pos de aquel a cuyos ojos hallare gracia. Y ella le respondió: Vé, hija mía. Fue, pues, y llegando, espigó en el campo en pos de los segadores; y aconteció que aquella parte del campo era de Booz, el cual era de la familia de Elimelec. Y he aquí que Booz vino de Belén, y dijo a los segadores: Jehová sea con vosotros. Y ellos respondieron: Jehová te bendiga. Y Booz dijo a su criado el mayordomo de los segadores: ¿De quién es esta joven? Y el criado, mayordomo de los segadores, respondió y dijo: Es la joven moabita que volvió con Noemí de los campos de Moab; y ha dicho: Te ruego que me dejes recoger y juntar tras los segadores entre las gavillas. Entró, pues, y está desde por la mañana hasta ahora, sin descansar ni aun por un momento. Entonces Booz dijo a Rut: Oye, hija mía, no vayas a espigar a otro campo, ni pases de aquí; y aquí estarás junto a mis criadas. Mira bien el campo que sieguen, y síguelas; porque yo he mandado a los criados que no te molesten. Y cuando tengas sed, ve a las vasijas, y bebe del agua que sacan los criados. Ella entonces bajando su rostro se inclinó a tierra, y le dijo: ¿Por qué he hallado gracia en tus ojos para que me reconozcas, siendo yo extranjera? Y respondiendo Booz, le dijo: He sabido todo lo que has hecho con tu suegra después de la muerte de tu marido, y que dejando a tu padre y a tu madre y la tierra donde naciste, has venido a un pueblo que no conociste antes. Jehová recompense tu obra, y tu remuneración sea cumplida de parte de Jehová Dios de Israel, bajo cuyas alas has venido a refugiarte. Y ella dijo: Señor mío, halle yo gracia delante de tus ojos; porque me has consolado, y porque has hablado al corazón de tu sierva, aunque no soy ni como una de tus criadas. Y Booz le dijo a la hora de comer: Ven aquí, y come del pan, y moja tu bocado en el vinagre. Y ella se sentó junto a los segadores, y él le dio del potaje, y comió hasta que se sació, y le sobró. Luego se levantó para espigar. Y Booz mandó a sus criados, diciendo: Que recoja también espigas entre las gavillas, y no la avergoncéis; y dejaréis también caer para ella algo de los manojos, y lo dejaréis para que lo recoja, y no la reprendáis. Espigó, pues, en el campo hasta la noche, y desgranó lo que había recogido, y fue como un efa de cebada. Y lo tomó, y se fue a la ciudad; y su suegra vio lo que había recogido. Sacó también luego lo que le había sobrado después de haber quedado saciada, y se lo dio. Y le dijo su suegra: ¿Dónde has espigado hoy? ¿y dónde has trabajado? Bendito sea el que te ha reconocido. Y contó ella a su suegra con quién había trabajado, y dijo: El nombre del varón con quien hoy he trabajado es Booz. Y dijo Noemí a su nuera: Sea él bendito de Jehová, pues que no ha rehusado a los vivos la benevolencia que tuvo para con los que han muerto. Después le dijo Noemí: Nuestro pariente es aquel varón, y uno de los que pueden redimirnos. Y Rut la moabita dijo: Además de esto me ha dicho: Júntate con mis criadas, hasta que hayan acabado toda mi siega. Y Noemí respondió a Rut su nuera: Mejor es, hija mía, que salgas con sus criadas, y que no te encuentren en otro campo. Estuvo, pues, junto con las criadas de Booz espigando, hasta que se acabó la siega de la cebada y la del trigo; y vivía con su suegra. Después le dijo su suegra Noemí: Hija mía, ¿no he de buscar hogar para ti, para que te vaya bien? ¿No es Booz nuestro pariente, con cuyas criadas tú has estado? He aquí que él avienta esta noche la parva de las cebadas. Te lavarás, pues, y te ungirás, y vistiéndote tus vestidos, irás a la era; mas no te darás a conocer al varón hasta que él haya acabado de comer y de beber. Y cuando él se acueste, notarás el lugar donde se acuesta, e irás y descubrirás sus pies, y te acostarás allí; y él te dirá lo que hayas de hacer. Y ella respondió: Haré todo lo que tú me mandes. Descendió, pues, a la era, e hizo todo lo que su suegra le había mandado. Y cuando Booz hubo comido y bebido, y su corazón estuvo contento, se retiró a dormir a un lado del montón. Entonces ella vino calladamente, y le descubrió los pies y se acostó. Y aconteció que a la medianoche se estremeció aquel hombre, y se volvió; y he aquí, una mujer estaba acostada a sus pies. Entonces él dijo: ¿Quién eres? Y ella respondió: Yo soy Rut tu sierva; extiende el borde de tu capa sobre tu sierva, por cuanto eres pariente cercano. Y él dijo: Bendita seas tú de Jehová, hija mía; has hecho mejor tu postrera bondad que la primera, no yendo en busca de los jóvenes, sean pobres o ricos. Ahora pues, no temas, hija mía; yo haré contigo lo que tú digas, pues toda la gente de mi pueblo sabe que eres mujer virtuosa. Y ahora, aunque es cierto que yo soy pariente cercano, con todo eso hay pariente más cercano que yo. Pasa aquí la noche, y cuando sea de día, si él te redimiere, bien, redímate; mas si él no te quisiere redimir, yo te redimiré, vive Jehová. Descansa, pues, hasta la mañana. Y después que durmió a sus pies hasta la mañana, se levantó antes que los hombres pudieran reconocerse unos a otros; porque él dijo: No se sepa que vino mujer a la era. Después le dijo: Quítate el manto que traes sobre ti, y tenlo. Y teniéndolo ella, él midió seis medidas de cebada, y se las puso encima; y ella se fue a la ciudad. Y cuando llegó a donde estaba su suegra, ésta le dijo: ¿Qué hay, hija mía? Y le contó ella todo lo que con aquel varón le había acontecido. Y dijo: Estas seis medidas de cebada me dio, diciéndome: A fin de que no vayas a tu suegra con las manos vacías. Entonces Noemí dijo: Espérate, hija mía, hasta que sepas cómo se resuelve el asunto; porque aquel hombre no descansará hasta que concluya el asunto hoy. Booz subió a la puerta y se sentó allí; y he aquí pasaba aquel pariente de quien Booz había hablado, y le dijo: Eh, fulano, ven acá y siéntate. Y él vino y se sentó. Entonces él tomó a diez varones de los ancianos de la ciudad, y dijo: Sentaos aquí. Y ellos se sentaron. Luego dijo al pariente: Noemí, que ha vuelto del campo de Moab, vende una parte de las tierras que tuvo nuestro hermano Elimelec. Y yo decidí hacértelo saber, y decirte que la compres en presencia de los que están aquí sentados, y de los ancianos de mi pueblo. Si tú quieres redimir, redime; y si no quieres redimir, decláramelo para que yo lo sepa; porque no hay otro que redima sino tú, y yo después de ti. Y él respondió: Yo redimiré. Entonces replicó Booz: El mismo día que compres las tierras de mano de Noemí, debes tomar también a Rut la moabita, mujer del difunto, para que restaures el nombre del muerto sobre su posesión. Y respondió el pariente: No puedo redimir para mí, no sea que dañe mi heredad. Redime tú, usando de mi derecho, porque yo no podré redimir. Había ya desde hacía tiempo esta costumbre en Israel tocante a la redención y al contrato, que para la confirmación de cualquier negocio, el uno se quitaba el zapato y lo daba a su compañero; y esto servía de testimonio en Israel. Entonces el pariente dijo a Booz: Tómalo tú. Y se quitó el zapato. Y Booz dijo a los ancianos y a todo el pueblo: Vosotros sois testigos hoy, de que he adquirido de mano de Noemí todo lo que fue de Elimelec, y todo lo que fue de Quelión y de Mahlón. Y que también tomo por mi mujer a Rut la moabita, mujer de Mahlón, para restaurar el nombre del difunto sobre su heredad, para que el nombre del muerto no se borre de entre sus hermanos y de la puerta de su lugar. Vosotros sois testigos hoy. Y dijeron todos los del pueblo que estaban a la puerta con los ancianos: Testigos somos. Jehová haga a la mujer que entra en tu casa como a Raquel y a Lea, las cuales edificaron la casa de Israel; y tú seas ilustre en Efrata, y seas de renombre en Belén. Y sea tu casa como la casa de Fares, el que Tamar dio a luz a Judá, por la descendencia que de esa joven te dé Jehová. Booz, pues, tomó a Rut, y ella fue su mujer; y se llegó a ella, y Jehová le dio que concibiese y diese a luz un hijo. Y las mujeres decían a Noemí: Loado sea Jehová, que hizo que no te faltase hoy pariente, cuyo nombre será celebrado en Israel; el cual será restaurador de tu alma, y sustentará tu vejez; pues tu nuera, que te ama, lo ha dado a luz; y ella es de más valor para ti que siete hijos. Y tomando Noemí el hijo, lo puso en su regazo, y fue su aya. Y le dieron nombre las vecinas, diciendo: Le ha nacido un hijo a Noemí; y lo llamaron Obed. Este es padre de Isaí, padre de David. Estas son las generaciones de Fares: Fares engendró a Hezrón, Hezrón engendró a Ram, y Ram engendró a Aminadab, Aminadab engendró a Naasón, y Naasón engendró a Salmón, Salmón engendró a Booz, y Booz engendró a Obed, Obed engendró a Isaí, e Isaí engendró a David.


Historias de la Biblia Sara


VERSÍCULO DE MEMORIA
"Por fe Sara siendo estéril, recibió poder para concebir" Hebreos 11:11.
LECTURA PREVIA:
Génesis 17:1-18:15; 21:1-7
OBJETIVO:
La historia de Sara muestra varios aspectos de la vida de los hijos de Dios buenos y malos pero aun asi Dios cumple todas sus promesas.
CORITOS ESCUELA DOMINICAL
HISTORIA COMPLETA:

Sara de Ur. Génesis"(11, 30) Era Sarai estéril y no tenía hijos. Cuando Abraham estaba próximo a entrar en Egipto, dijo a Sarai, su mujer: "Mira que sé que eres mujer hermosa, y cuando te vean los egipcios dirán: "Es su mujer", y me matarán a mí, y a ti te dejarán la vida, di, pues, te lo ruego que eres mi hermana, para que así me traten bien por ti y por amor de ti yo salve mi vida". Cuando, pues, hubo entrado Abram en Egipto, vieron los egipcios que su mujer era muy hermosa; y viéndola los jefes del faraón, se la alabaron mucho, y la mujer fue llamada al palacio del faraón. A Abram le trataron muy bien por amor de ella, y tuvo ovejas, ganados, asnas y camellos. Pero Dios afligió con grandes plagas al faraón y a su casa por Sarai, la mujer de Abram; y llamando el faraón a Abram, le dijo: "¿Por qué me has hecho esto? Por qué no me diste a saber que era tu mujer? ¿Por qué dijiste: Es mi hermana, dando lugar a que la tomase yo por mujer? Ahora, pues, ahí tienes a tu mujer, tómala y vete". Y dio el faraón órdenes acerca de él a sus hombres, y le despidieron a él y a su mujer con todo cuanto era suyo" (Génesis, 12, 11-2). pese a la esterilidad de Sara, Dios sigue prometiéndole a Abram una gran descendencia (Génesis, 13, 14-15). Tanto es así que Sara cree que ha llegado el momento de adoptar medidas y decide ofrecerle su esclava, Agar, a su marido para que procree con él: "Mira, Dios me ha hecho estéril; entra, pues a mi esclava, a ver si por ella puedo tener hijos" (Génesis, 16, 2). No obstante, Agar se envanece porque queda encinta y ofende a Sara, la mira con desprecio. Entonces, Sara actúa con mucha severidad y da un ultimátum a su marido: "Mi afrenta sobre ti cae; yo puse mi esclava en tu seno, y ella, viendo que ha concebido, me desprecia. Juzgue Dios entre ti y mí" (Génesis, 16, 5). Sara echa de casa a su esclava, pero Dios la hace volver. El hijo de Agar será Ismael. Dios, no obstante, sigue con sus planes y vuelve a aparecérsele a Abram para ratificarle su decisión: "Sarai, tu mujer, no se llamará ya Sarai, sino Sara, pues la bendeciré, y engendrará pueblos, y saldrán de él reyes de pueblos". Cayó Abraham sobre su rostro y se reía, diciéndose en su corazón: "¿Con que a un viejito le va a nacer un hijo, y Sara, ya viejita, va a parir?". (Génesis, 17, 15-18). Abram ha dejado de ser y pasa a llamarse Abraham y Sarai es Sara. Cabe decir que el significado básico sigue siendo el mismo, "princesa" y "ser de noble linaje", respectivamente, aunque algo cambia ahora por Sara pasa a ser "madre de reyes" y Abraham "padre de una multitud". El nombre no era algo casual como ocurre hoy en día, sino que el destino iba muy ligado con el nombre que cada uno llevaba. Pasan los días y llegan tres hombres a la tienda de Abraham y son recibidos con él con gran hospitalidad, como no podía esperarse otra cosa en esa cultura. Sara prepara la comida, pero no come con ellos y, sin embargo, los escucha. Cuando escucha que va a ser madre se ríe, pues Sara, dentro, diciendo: "¿Cuándo estoy ya consumida, y a remocear, siendo ya también viejo mi señor?" (Génesis, 18, 12). Le preguntaron a Abraham "¿Por qué se ha reído Sara, diciéndose: ¿De veras voy a parir, siendo tan vieja? ¿Hay algo imposible para Dios? A otro año por ese tiempo volveré y Sara tendrá un hijo". Temerosa Sara, negó haberse reído, diciendo: "No me he reído"; pero él le dijo: "Sí te has reído" (Génesis, 18, 13-15). Sara se queda avergonzada y contrita. Pero finalmente Dios cumple su promesa con ella.
Observacion:

Sara "Era estéril y no tenía hijos". es la primera mujer cuya fe se nos muestra para que la observemos, y esto específicamente en su función de mujer casada. era obediente y sumisa " obedecía a Abraham llamándole señor". Sara actuaba mal aun siendo hija de Dios pues mentía y su incredulidad era notoria al principio del relato, pero después de arrepentirse creyó Finalmente Dios cumplió su promesa con ella.
MANUALIDAD: en un rollo de papel de baño pegaremos la siguiente figura de Sara Abraham y el bebe. y quedara algo asi.


fuente 

Historias de la Biblia Sifra y Púa



VERSÍCULO DE MEMORIA
"Y por haber temido a Dios, Él prosperó sus familias" Exodo 1:21.
LECTURA PREVIA:
Éxodo 1:15-22
OBJETIVO:
No todos nuestros actos son buenos, pero tenemos un Dios misericordioso que nos perdona.
CORITOS ESCUELA DOMINICAL
Historia completa:MANUALIDAD:

Y habló el rey de Egipto a las parteras de las hebreas, una de las cuales se llamaba Sifra, y otra Fúa, y les dijo: Cuando asistáis a las hebreas en sus partos, y veáis el sexo, si es hijo, matadlo; y si es hija, entonces viva. Pero las parteras temieron a Dios, y no hicieron como les mandó el rey de Egipto, sino que preservaron la vida a los niños. Y el rey de Egipto hizo llamar a las parteras y les dijo: ¿Por qué habéis hecho esto, que habéis preservado la vida a los niños? Y las parteras respondieron a Faraón: Porque las mujeres hebreas no son como las egipcias; pues son robustas, y dan a luz antes que la partera venga a ellas. Y Dios hizo bien a las parteras; y el pueblo se multiplicó y se fortaleció en gran manera. Y por haber las parteras temido a Dios, él prosperó sus familias. Entonces Faraón mandó a todo su pueblo, diciendo: Echad al río a todo hijo que nazca, y a toda hija preservad la vida.
Observacion:
A quien tenían que obedecer al Rey de reyes, el Dios de sus padres, o al rey de Egipto. Sabían bien que no podía desobedecer a Dios, y estas dos mujeres "temían a Dios y no hicieron lo que se les mandó". Las dos mujeres se refugiaron en una mentira. Sin duda, la mentira era un pecado. El Señor premió a estas dos mujeres porque habían preferido obedecer a Dios antes que a Faraón.

imprimir, recortar , colorear y envolver al bebe con servilleta.

Historias de la Biblia Tamar Y Juda

VERSÍCULO DE MEMORIA
"Y Tamar, dio a luz a Fares y a Zera." (1 Crónicas 2:4)
LECTURA PREVIA:
Génesis 38:6-30; I Crónicas 2:4
OBJETIVO:
No todos nuestros actos son buenos, pero por la misericordia de Dios, puede encaminar lo malo a un camino bueno.
CORITOS ESCUELA DOMINICAL
Historia completa:
Había un hombre llamado Judá el cual tomo una esposa para su hijo Er, la cual se llamaba Tamar. Y Er, el primogénito de Judá, fue malo ante los ojos de Jehová, y le quitó Jehová la vida. Entonces Judá dijo a Onán: Llégate a la mujer de tu hermano, y despósate con ella, y levanta descendencia a tu hermano. Y sabiendo Onán que la descendencia no había de ser suya, sucedía que cuando se llegaba a la mujer de su hermano, vertía en tierra, por no dar descendencia a su hermano. Y desagradó en ojos de Jehová lo que hacía, y a él también le quitó la vida. Y Judá dijo a Tamar su nuera: Quédate viuda en casa de tu padre, hasta que crezca Sela mi hijo; porque dijo: No sea que muera él también como sus hermanos. Y se fue Tamar, y estuvo en casa de su padre. Pasaron muchos días, y murió la hija de Súa, mujer de Judá. Después Judá se consoló, y subía a los trasquiladores de sus ovejas a Timnat, él y su amigo Hira el adulamita. Y fue dado aviso a Tamar, diciendo: He aquí tu suegro sube a Timnat a trasquilar sus ovejas. Entonces se quitó ella los vestidos de su viudez, y se cubrió con un velo, y se arrebozó, y se puso a la entrada de Enaim junto al camino de Timnat; porque veía que había crecido Sela, y ella no era dada a él por mujer. Y la vio Judá, y la tuvo por ramera, porque ella había cubierto su rostro. Y se apartó del camino hacia ella, y le dijo: Déjame ahora llegarme a ti: pues no sabía que era su nuera; y ella dijo: ¿Qué me darás por llegarte a mí? El respondió: Yo te enviaré del ganado un cabrito de las cabras. Y ella dijo: Dame una prenda hasta que lo envíes. Entonces Judá dijo: ¿Qué prenda te daré? Ella respondió: Tu sello, tu cordón, y tu báculo que tienes en tu mano. Y él se los dio, y se llegó a ella, y ella concibió de él. Luego se levantó y se fue, y se quitó el velo de sobre sí, y se vistió las ropas de su viudez. Y Judá envió el cabrito de las cabras por medio de su amigo el adulamita, para que éste recibiese la prenda de la mujer; pero no la halló. Y preguntó a los hombres de aquel lugar, diciendo: ¿Dónde está la ramera de Enaim junto al camino? Y ellos le dijeron: No ha estado aquí ramera alguna. Entonces él se volvió a Judá, y dijo: No la he hallado; y también los hombres del lugar dijeron: Aquí no ha estado ramera. Y Judá dijo: Tómeselo para sí, para que no seamos menospreciados; he aquí yo he enviado este cabrito, y tú no la hallaste. Sucedió que al cabo de unos tres meses fue dado aviso a Judá, diciendo: Tamar tu nuera ha fornicado, y ciertamente está encinta a causa de las fornicaciones. Y Judá dijo: Sacadla, y sea quemada. Pero ella, cuando la sacaban, envió a decir a su suegro: Del varón cuyas son estas cosas, estoy encinta. También dijo: Mira ahora de quién son estas cosas, el sello, el cordón y el báculo. Entonces Judá los reconoció, y dijo: Más justa es ella que yo, por cuanto no la he dado a Sela mi hijo. Y nunca más la conoció. Y aconteció que al tiempo de dar a luz, he aquí había gemelos en su seno. Sucedió cuando daba a luz, que sacó la mano el uno, y la partera tomó y ató a su mano un hilo de grana, diciendo: Este salió primero. Pero volviendo él a meter la mano, he aquí salió su hermano; y ella dijo: ¡Qué brecha te has abierto! Y llamó su nombre Fares. Después salió su hermano, el que tenía en su mano el hilo de grana, y llamó su nombre Zera.MANUALIDAD:
Observacion:
Juda no había cumplido con su nuera lo prometido de darle a su hijo menor por esposo, por lo que ella decidió, secretamente concebir un bebe para tener quien la cuidara en su vejez y esto fue malo, pues no espero en Dios, pero finalmente Dios la miro con compasión permitiendo que tuviera dos hijos y aun mas pues uno de sus hijos está en la genealogía de Jesús.

Al siguiente dibujo se le pondrá cabello (estambre) a los niños de un color y a la mama de otro y se coloreara.