Lecciones misioneras


Lección  Misionera: Héroes Al Rescate.

Jeff Whitfield es un consejero pastoral en Europa Occidental. Su trabajo es apoyar y animar a los misioneros en esa región. Él viaja por toda la región visitando a las familias misioneras. También se mantiene en contacto por correo electrónico. Cuando los misioneros y sus hijos tienen problemas, Jeff es como el trabajador de rescate. Él hace lo que sea necesario para atender sus necesidades emocionales y espirituales.
Un día, el pastor Jeff recibió la llamada de un misionero. El misionero estaba frustrado porque su hijo, Pablito, estaba pasando por momentos difíciles. Él estuvo bien cuando se mudaron al nuevo país donde estaban sirviendo, pero repentinamente parecía estar enfadado todo el tiempo. Se estaba volviendo un problema en la escuela y en casa. El misionero pidió al pastor Jeff que hablara con Pablito. El pastor Jeff ya había empacado para hacer un viaje a la ciudad de Pablito. Él agregó una pelota y un guante de béisbol a lo que empacó. Él oró por Pablito y su familia. Oró porque Dios le ayudara a saber las palabras correctas qué decir para ayudar a Pablito. La siguiente tarde, El pastor Jeff llegó a la casa de Pablito. Llamó a la puerta de la habitación de Pablito. Pablito sólo gruñó. El pastor Jeff le dijo que deseaba jugar béisbol. Él había estado viajando todo el día y estaba listo para jugar un rato. ¡A Pablito le encantaba el béisbol! Él asomó la cabeza por la puerta y le preguntó si de veras deseaba jugar. El pastor Jeff le mostró la pelota y el guante. De pronto, ¡Pablito estaba mucho más interesado en El pastor Jeff! Pablito y el pastor Jeff se divirtieron jugando a atrapar la pelota. Caminaron hasta la tienda y compraron un bocadillo. Pablito admitió que se sentía nostálgico por sus abuelos y amigos en los Estados Unidos. Ser hijo de misioneros había sido divertido al principio. Pero con el tiempo, él se cansó de ser diferente de los demás niños. Ellos se burlaban de su acento y sus creencias. Pablito admitió que expresaba su enojo hacia sus padres y maestros. A él no le gustaba meterse en problemas, pero tampoco le gustaba la situación en la que estaba. Pablito estaba sorprendido de que El pastor Jeff comprendiera sus sentimientos. El pastor Jeff le aseguró que era natural que estuviera enfadado cuando se sentía tan fuera de control. Le aseguró que incluso estaba bien expresar enojo hacia Dios por llamar a su familia a ser misioneros. El pastor Jeff le dijo que Dios atesora nuestra honestidad. Él nos ama. Él sabe lo que estamos pensando y lo que sentimos. Él desea ayudarnos en los tiempos buenos y malos. Expresar enojo hacia Él le da la oportunidad de ayudarnos a trabajar nuestro enojo. Pablito estaba sorprendido. ¡Él creía que era un enorme pecado estar enfadado con Dios! Saber que Dios podía manejar su enojo ayudó a Pablito a sentirse mejor. El pastor Jeff ayudó a Pablito a pensar mejores formas de expresar su enojo. También habló con los padres de Pablito respecto a formas de ayudarle. El pastor Jeff agradeció a Dios por ayudarle a hablar con Pablito. Él oró por Pablito y su familia.
El Salmo 34:18 dice: “Cercano está el Señor a los quebrantados de corazón, y salva a los abatidos de espíritu”. ¿Alguno de ustedes se ha sentido nostálgico alguna vez? ¿Alguna vez han estado realmente tristes? Eso es lo que significa sentirse descorazonado. Dios sabe cuando en nuestro corazón hay dolor. Él tiene compasión hacia nosotros. Compasión es sentir interés por el dolor de otras personas y ayudar con actos de bondad. Dios muestra compasión de muchas maneras. Una manera en que Él muestra Su compasión es enviando a alguien para mostrar que Él se interesa por ustedes. Él envía a un héroe al rescate. Él envió el pastor Jeff a Pablito. ¿A quién los enviará a ustedes? ¿Conocen a alguien que se sienta triste y solo? ¿Cómo podrían ustedes mostrar compasión a esa persona esta semana? Oremos por el pastor Jeff y su familia mientras ellos trabajan para apoyar y animar a los demás misioneros en Europa Occidental.
 
 
 
 
Lección  Misionera: Cada Espacio, Forma Y El Día.
Los misioneros Gerardo y Susana Smith ayudaron a iniciar una iglesia en la gran ciudad de Montreal. Ahora, ellos trabajan con otros pastores para iniciar muchas iglesias en todo el este de Canadá. Ellos han descubierto que una gran manera de alcanzar a la gente de Canadá es realizar obras amables y consideradas, como compartir galletas. Una iglesia llevó galletas a los bomberos para agradecerles su servicio. Los bomberos dijeron: “¡Nadie ha hecho esto por nosotros en años!”. ¡Gracias!”
El misionero Gerardo dice: “Cuando las iglesias aman a la gente de la manera en que Jesús lo hace, sirviéndola y satisfaciendo sus necesidades, estos canadienses que no conocen a Jesús ven Su amor en acción”. Un pastor alcanza a jóvenes y adultos jóvenes de Japón y China. Él los visita en cafés que se llaman Casas de Té con Burbujas. ¿No es divertido ese nombre? Té con Burbujas es té caliente con pequeñas perlas de tapioca en la superficie. Las perlas de tapioca son como arroz suave y dulce. ¿Creen que a ustedes les gustaría el Té con Burbujas? (Espere las respuestas). Los pastores hablan con los jóvenes en las universidades, haciendo amistad con ellos, teniendo estudios bíblicos, y respondiendo sus preguntas sobre la fe cristiana. Algunos de estos esfuerzos por alcanzar estudiantes han resultado en iglesias en crecimiento.
Las iglesias en Canadá se reúnen en apartamentos, casas, y en cualquier espacio rentado que puedan encontrar. Las ciudades están tan aglomeradas que ya no queda espacio para construir iglesias. Los plantadores de iglesias utilizan cada espacio, cada forma y cada día que tienen para alcanzar lo mejor de Canadá, la gente, con las mejores noticias que hayan escuchado.
El misionero Gerardo dice: “Oren por los niños de todo el mundo que no tienen la oportunidad de escuchar sobre Jesús. Oren por que Dios envíe iniciadores de iglesias y recursos al este de Canadá. Oren por que seamos valientes para llevar las buenas nuevas sobre Jesús a los lugares menos alcanzados” (cierre con una oración).
Lección  Misionera: Jesús: Lo Que Es Real
Los misioneros Efraín y Bárbara que sirven en Benin África y ministran al grupo étnico Ayizo. Benin es el lugar donde nació el vudú. En Benin, los africanos adoran a menudo lo que no se puede explicar. Estas cosas se convierten en vudú. Por ejemplo, ellos pueden adorar los elementos naturales poderosos sin embargo comunes, como el rayo, el relámpago y/o las serpientes.
También temen y adoran los sucesos inusuales, como cuando nacen gemelos o personas con deformidades físicas. Las señales de que las personas están practicando adoración vudú en Benin pueden incluir el uso de ídolos, banderas y muñecos, los anillos de alambre que usan, y las cicatrices en sus cuerpos. Para plantar iglesias entre los Ayizo, los misioneros Efraín y Bárbara visitan las aldeas donde habita el pueblo Ayizo. Imaginen esto conmigo: éstos son lugares donde hay chozas de barro y techos de paja. El clima es cálido. Una mujer está cocinando afuera, haciendo una papilla de maíz envuelta en hojas de teca para vender. Mientras la observamos, ella toma una especia muy picante y la vierte en la papilla, y pica cabezas de pescado para servirlas encima. Un anciano está sentado allí, tejiendo cestas. Mientras los misioneros Efraín y Bárbara caminan por la aldea, saludando a las personas y cargando a los bebés, también deben caminar entre los ídolos hechos de barro, plumas y dientes de animales, y pacas de paja colgantes que representan dioses. Verán, cuando las personas no conocen al único Dios verdadero, a menudo tratan de crearlo. Pueden usar algo que ellos hayan creado, como una de estas figuras de arcilla, o algo que Dios creó. Por ejemplo, a través de los años, la gente ha adorado diversos tipos de animales, árboles, o incluso la tierra. Muchas de estas cosas hablan de Dios, pero no son Dios. A pesar de esto, los misioneros Efraín y Bárbara siguen caminando por las aldeas de Benin y han plantado varias iglesias. Ellos saben que deben declarar al Dios real al pueblo Ayizo. Ellos enseñan a la gente para que los Ayizo sepan que Dios no se encuentra en las obras que ellos hacen con sus propias manos ni en la tierra. Ellos enseñan a la gente quién es Dios, de acuerdo con lo que la Biblia nos dice: Dios es Espíritu. Dios es amor. Dios es santo. Dios es Jesucristo, completamente Dios y completamente hombre. Es a través de Jesús que podemos conocer a Dios. Éste es el Dios que los misioneros Efraín y Bárbara predica al pueblo Ayizo en Benin. Éste es el Dios real.
¿Crees que en donde vivimos hay gente que adora imágenes que no son Dios?, piénsenlo, cuando las personas aman y se vuelven a las cosas que han creado con su propio ingenio, voluntad o fuerza para que las libren de problemas o les cumplan deseos, pueden terminar adorándolas en su corazón. Las personas pueden confundirse mucho respecto a quién es Dios. En ocasiones, forman un dios con su propia imagen, en lugar de servir al Dios que las creó a Su imagen. Por ejemplo, algunas personas piensan que Dios siempre esta enojado, pero eso no es lo que la Biblia dice. La Biblia dice que Dios es amor. Algunas personas no creen que Dios es santo, pero la Biblia nos dice que lo es. Por tanto, los dioses que ellos imaginan no pueden tener el verdadero carácter de Dios. Es nuestra responsabilidad como cristianos presentar a las personas al Dios verdadero, como los misioneros Efraín y Bárbara lo están haciendo en Benin. Debemos enseñar a otros quién es Dios. Él es el Creador de la tierra y todo lo que hay en ella. Podemos disfrutar y apreciar el mundo que Dios hizo. Podemos disfrutar y admirar las cosas que hacemos, como las hermosas obras de arte. Pero no debemos adorar estas cosas; debemos adorar a Dios. Asimismo, debemos ayudar a las personas que desean adorar a Dios y saber quién es Él. Debemos predicar y enseñar a Dios como la Biblia comunica Su carácter. 1 Corintios 1:21 nos da esta enseñanza. Para declarar a Dios a las personas, debemos dirigirlas a Jesucristo. Jesús fue Dios hecho hombre. Podemos ver la vida de Jesús y comprender la naturaleza de Dios.


Lección  Misionera: Mostremos El Amor De Dios.
¿Sabían ustedes que una manera en que podemos hablar a las personas de Jesús es mostrándoles Su amor? Mostramos el amor de Jesús a las personas que no le conocen haciendo cosas que les sean de ayuda.
Así es como los misioneros Enrique y Laura Wright comparten el evangelio con la gente que habla el idioma Maay, un grupo étnico no alcanzado que vive en Kentucky. Los misioneros Enrique y Laura proveen a la gente cosas que necesita, como guantes para el invierno y útiles escolares. Esto les ayuda a que tengan confianza en ellos y a estar más dispuestos a aprender de Jesús.
Los misioneros en todo Estados Unidos ayudan a las personas de los grupos étnicos no alcanzados, de ese modo tendrán oportunidad de hablarles de Jesús. ¿Saben ustedes lo que significa ser parte de un grupo étnico no alcanzado? Son personas entre las cuales menos del dos por ciento ha escuchado el mensaje de Jesucristo. Puede tomar meses o incluso años ayudar a las personas de un grupo étnico no alcanzado, antes que estén dispuestos a escuchar el evangelio.
Algunas personas han venido a vivir cerca de nosotros desde países de todo el mundo. Algunos han venido porque es peligroso quedarse en su país natal. Ustedes pueden ayudar a los niños y adultos de los grupos étnicos no alcanzados que ahora viven cerca de nosotros. Pueden recolectar guantes para invierno, útiles escolares y otras cosas esenciales. Pueden enviar estos artículos a los misioneros Enrique y Laura o a otros misioneros que los necesiten.



Lección  Misionera: Apaga Esa Sed.
¿Alguna vez se ha ido el agua en tu casa? (permita que los niños respondan). Ustedes probablemente dan el agua por asegurada (la mayoría de la gente lo hace), porque el agua está generalmente disponible para nosotros. Todo lo que tenemos que hacer es ir al lavamanos, abrir la llave, y el agua sale.

Pero consideren las maneras en que ustedes usan el agua además de beberla. ¿A cuántos de ustedes los hacen sus padres tomar  un baño cada noche, y cepillar sus dientes tres veces al día? ¡Eso pensé! ¿Quién baña a su perro? Lo bañan con agua, ¿no es así? ¿Les gusta que su ropa esté limpia? La lavan en agua. ¿Quién tiene piscina en su patio? Se llena con agua. ¿Ayudan ustedes a sus padres a regar las flores? Si es así, estoy seguro que usan agua y no café, ¿correcto? Sí, usamos agua todo el tiempo. No sólo necesitamos el agua porque tenemos sed, sino también porque tenemos hambre. Reflexionemos en esto: Los agricultores no podrían cultivar todos los alimentos que se necesitan para alimentar al mundo, sin agua para irrigar sus cultivos.
Tenemos misioneros bautistas que sirven en Guatemala, que han aprendido de primera mano cuán preciosa es el agua. David y Josefina Brown son misioneros que  han pasado mucho de su tiempo en los últimos años en proyectos de restauración de agua en aldeas del occidente de Guatemala. Cuando el huracán Stan golpeó esta área en 2005, causó deslaves de lodo que destruyeron completamente muchos sistemas de agua. Los misioneros David y Josefina han estado coordinando trabajos de socorro, incluyendo cavar pozos, porque la gente simplemente no puede vivir sin agua—especialmente agua limpia. Los misioneros David y Josefina han concentrado mucho de su esfuerzo en restaurar los sistemas de agua en estas aldeas, porque les interesa la gente guatemalteca y quieren mostrarle el amor de Dios. Pero ellos saben las palabras de Jesús que están registradas en Juan 4:13-14: “Todo el que beba de esta agua volverá a tener sed, pero el que beba del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás sino que el agua que yo le daré se convertirá en él en una fuente de agua que brota para vida eterna”. En este caso, Jesús estaba hablando con una mujer en el pozo donde Él se detuvo a pedir agua. Él recibió agua, pero enseñó a la mujer la importancia de otro tipo de agua. Él le dijo a esta mujer que ella tenía sed espiritual, y que Él podía apagar esa sed. Miren, Jesús es el Agua Viva. Cuando compartimos a Jesús con otras personas, satisfacemos sus almas de una manera que nada más puede hacerlo. Es como la diferencia entre el agua y el té cuando hemos estado caminando en el desierto. Cualquiera de los dos humedecerá nuestra boca, pero el agua es lo que realmente necesitamos para evitar deshidratarnos.

Los misioneros David y Josefina también saben esto. Ellos ayudan a las personas a tener el agua que necesitan para vivir, y usan esa oportunidad para darles una probada del Agua Viva de Jesús al mismo tiempo. Algunos de ustedes no recibieron una bebida hace algunos minutos. Díganme, ¿tienen sed? (Permita que los niños respondan, y deles un poco de agua de una botella a los que respondan afirmativamente) ¿Estaban pensando en lo sedientos que estaban antes de observar a estos otros niños recibir una bebida, o ver las bebidas les hizo darse cuenta que tenían sed? ¿Sabían ustedes que así sucede con las personas que aún no han recibido a Cristo? Algunos de ellos están sedientos, pero no se dan cuenta. Hasta que conocen a Jesús o ven cómo Jesús satisface a otras personas, muchos de ellos no se dan cuenta cuán sedientos están realmente. La próxima vez que ustedes beban agua fresca, piensen en la gente de Guatemala que necesita agua. Pero también piensen en las personas que necesitan el Agua Viva. Están alrededor de ustedes, muriendo de sed. La mayoría de ellos ni siquiera se dan cuenta. ¡Compartan a Jesús con ellos!
 
 
 

Lección  Misionera: Relojes Recordatorios.
¿Ustedes oran todos los días? ¿Oran por los misioneros cuando están en su casa? (Permita que los niños respondan) Es fácil ocuparnos y olvidar orar. ¿Cuáles son algunas de las cosas que ustedes hacen en casa que los mantienen ocupados? (Permita que los niños respondan) ¿Sería de ayuda tener un despertador que sonara para hacerles saber que es hora de orar por los misioneros? (Permita que los niños respondan).

¿Escuchan ustedes algún despertador sonar en su casa temprano en la mañana? ¿Les molesta cuando suena? ¿Les molesta a sus padres cuando suena? ¿Se levantan sus padres en cuanto escuchan la alarma? (Permita que los niños respondan).
Cuando sonaba la alarma del misionero Alan Alexander, él no deseaba levantarse. Al igual que los padres de ustedes (y al igual que ustedes y yo), él deseaba dormir un poco más. Pero entonces él recordaba que la alarma era un recordatorio para levantarse, leer su Biblia y orar. Él tenía planeado un día muy ocupado en la misión de Costa Rica. Se le habría hecho tarde si hubiera dormido de más. Él se sentía contento de no quedarse dormido después de sonar la alarma.

Los misioneros como Alan oran mucho, pero también les gusta que nosotros oremos por ellos. Incluso Pablo, que también era un misionero, deseaba que la gente orara por él. Leamos 2 Tesalonicenses 3:1. Los misioneros desean que oremos porque todas las personas puedan escuchar la verdad sobre Jesús. A ellos les gusta que oremos por sus ministerios específicos.
Así que, ¿cómo oran ustedes por los misioneros? ¿Oran por los misioneros que hemos estudiado? ¿U oran por todos los misioneros? Es importante que oremos por los misioneros por sus nombres. Siempre que vean su despertador, recuerden orar por los misioneros por su nombre.

Los misioneros desean que la gente ore por sus necesidades específicas. Algunos misioneros tienen sitios Web, boletines, o cadenas de oración por correo electrónico. Ellos utilizan estos medios para decir a la gente lo que está sucediendo en sus ministerios. Esto les da la oportunidad de solicitar oración especial.
(Anime a los niños a orar por las peticiones de oración de los misioneros y sus ministerios)
 
 
 
 
 
Lección  Misionera: Oídos Que Oyen.
El continente de Asia tiene más gente que cualquier otro continente en todo el mundo. Muchos de los países de Asia no permiten que las iglesias y los misioneros cristianos enseñen a la gente sobre Jesús. Muchos gobiernos no permiten que los ciudadanos tengan Biblias. Miles de millones de personas asiáticas nunca han escuchado sobre Jesús. Algunas personas asiáticas viven en islas cálidas cerca del ecuador. Algunas viven en lo alto de montañas frías. Algunas personas asiáticas tienen bastante alimento. Algunas proporcionan oportunidades para que los niños vayan a buenas escuelas y que los adultos encuentren empleos. Pero algunas personas asiáticas son muy pobres. A muchos se les han enseñado religiones falsas, como que orar a estatuas o encender velas puede hacer felices a sus dioses falsos. Las personas se esfuerzan mucho, mucho por hacer siempre lo correcto para ir al cielo, pero estropean todo, como todos lo hacemos. Los cristianos en todo el mundo aman a las personas de Asia y desean que la gente de allí escuche sobre la única manera para ir al cielo. ¿Alguno de ustedes sabe cuál es? (Escuche y motive las respuestas) La única manera de ir directamente con Dios es creer que Jesús es el Hijo de Dios y que Él murió para quitar nuestros pecados. Dios sabe que nosotros no siempre hacemos lo correcto. Pero Él quiso que fuéramos sus amigos de todos modos, así que envió a Jesús para ser nuestro Salvador. Nosotros vamos con Dios cuando le decimos que lamentamos nuestros pecados y que creemos en Jesús y necesitamos que nos perdone.
Un hombre, Raúl, trabaja con un grupo de Asia. Él desea que ellos escuchen sobre Jesús. Pero ellos son desconfiados. Ellos no saben por qué un estadounidense iría a vivir con ellos. El misionero Raúl les dice que ha venido a ayudar. Él encuentra maneras de ayudarles, como clínicas médicas, clases de inglés, u obsequiarles alimentos o ropa. Mientras él y otros cristianos ayudan a las personas, se hacen amigos de ellos. Luego, ellos tienen una oportunidad de hablar a la gente de Jesús. Ellos ayudan a iniciar estudios bíblicos en las casas. Hacer que la gente escuche de Jesús es un proceso muy lento. El misionero Raúl dice que como cristianos, tenemos el mensaje más maravilloso—el mensaje del perdón de Jesús. Pero el mensaje requiere un mensajero. Romanos 10:14 afirma: “¿Cómo, pues, invocarán a aquel en quien no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?”. Las personas tienen oídos, pero necesitan que alguien les explique las historias de la Biblia. El misionero Raúl nos pide que oremos por las personas para que vayan y hablen a otros de Jesús.
Oren por que las personas asiáticas tengan oídos que escuchen, listos para escuchar y comprender el evangelio. Asimismo, ustedes pueden dar a las ofrendas de misiones. Estas ofrendas proporcionan fondos para que los obreros como el misionero Raúl viajen por el mundo hablando a la gente que nunca ha oído de Jesús.
Fuente Esaú Martinez